Tiempo

Es extraño sentir tanto silencio junto en un lugar que algunas horas atrás esta abarrotado de un bullicio que causaba dolor de cabeza. Al final del pasillo se puede escuchar los pasos de la bibliotecaria, y algunas puertas más allá se puede percibir el sonido turbio de los teclados de aquellos que como yo están esperando algo más. La respuesta mas sensata ante tanto elipsis conjunto es que es Viernes por la tarde. Nunca había tenido clase mas allá de las 4 p.m. los viernes, pero cuando se estudian dos carreras a la vez como yo hay semestres que no hay mucha opción. No me molesta, es un ambiente diferente.
Aunque es el mismo recinto de hace dos semestres siento que no había estado aquí antes. Loco, yo se pero miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy completamente sola en el ultimo piso de la biblioteca, en el escritorio mas lejano con la luz medio apagada. Alguien podría cometer un crimen en estos momentos y nadie lo notaria, miedoso yo se. Pero a la vez me agrada, por que me siento acá y analizo las cosas que tengo que hacer, me pongo a pensar en quien no debo y en quien espera mi llamada a la salida de clase. Se mezclan las ideas y el sueño debido a tanto mutismo se apodera de mí. Mientras espero que el vapor del café acabe de salir cierro los ojos por un momento para atormentarme con las respuestas del examen de esta mañana. A medida que se despejan las ideas escolásticas el sueño entra en otra faceta. En esta me encuentro en un lugar que no conozco rodeada de gente que hace mucho no veo y de algunas otras que acabe de ver. El subconsciente que aun trabaja se encargo de recordarme que me encontraba en la biblioteca, abrí los ojos un poco asustada,- ¿donde estaba?- Mi mirada se encontró con el café el cual para entonces ya se encontraba frió y entonces la nubosidad se esclareció. Mire el reloj y note como aquellos segundos que mis ojos descansaron se habían convertido en 40 minutos. Aun es viernes y todavía faltan dos horas hasta que la clase comience.