La lluvia pega en la ventana con mas intensidad de lo que estoy acostumbrada .Apenas son las 4 AM y aun no consigo dormir. Talvez es la inestabilidad de los pensamientos. Los desenlaces de los problemas que no existen más que en mi mente o el malestar de mi alma lo que no deja conciliar el sueño. Te llame con la esperanza que notares el desespero de mi voz. No lo percibiste, te desesperaste como esta tarde, como hace unos días en el que la necesidad de satisfacer tu inseguridad le gano a tu razón. No te culpo, me quede callada mientras desesperado tratabas de entender el llanto. Y mas allá que eso, lo que estoy sintiendo. Necesito que me entiendas, que no tengo las palabras que resumen lo que necesitas. Por eso no contesto las llamadas, saco alguna excusa para no hablar contigo y simplemente me aisló por completo No se que decirte, por que esta vez no va a ser lo que estas acostumbrado oír de mi. Va más allá de lo que tú puedas pensar… de lo que yo pueda sentir… de lo que podamos hacer. Así que aguardare al que la lluvia seda, el frió otoñal cese y la mente se me aclarezca, espero que para entonces tu no te encuentres mas lejos y ya no valga la pena.